Por: Dr. César Vázquez Muñiz (Portavoz de Puerto Rico por la Familia)
Aquí les dejamos un artículo escrito por el Dr. César A. Vázquez, portavoz de Puerto Rico por la Familia. Para más información pueden visitar http://prporlafamilia.com/
El mensaje… ¿qué mensaje?
La apariencia de su rostro enlutado lo dijo todo. Estableció como un hecho lo que ya otros habían dicho que iba ocurrir. Aparte dio la conocida lista de excusas para esconder su incapacidad para resolver el problema. “Yo no sé nada…yo llegué ahora mismo,” es su himno oficial. El “bottomline” es “no podemos pagar porque no hay dinero”. Es interesante que Hacienda no acepta esa excusa a los que le deben al gobierno. Esta es la misma persona que dijo que había resuelto el problema financiero de PR. El mismo que dijo en el canal de Bloomberg que no teníamos un problema de liquidez. El mismo que dijo que no le iba a echar la culpa a los que vinieron antes de él. Si no sabía…¡debió saber!
Éste es nuestro gobierno. Le debe sobre 3000 millones a sus suplidores. Debe cientos de millones en reintegros del año pasado. Es el principal deudor del Banco Gubernamental de Fomento. Es el principal deudor de electricidad y de agua. No ha aportado a los fondos de retiro de los empleados de gobierno ni al de los maestros en los últimos tres años. Asaltó al Fondo del Seguro del Estado, cuyo capital consiste de las primas que pagan los patronos y que sólo se puede utilizar para el servicio a los empleados. No es dinero del gobierno… Pero lo incautaron y no lo van a reponer. Han violado la ley manteniendo abierto al Banco Gubernamental de Fomento sabiendo desde hace más de un año que está insolvente. Para cubrir a los oficiales del banco aprobaron una ley de amnistía de delitos cometidos sin tan siquiera enumerarlos.
¿Cuáles son los problemas que este gobierno no quiere enfrentar? Tenemos un gobierno demasiado grande con cerca de 130 agencias. Tenemos demasiados empleados públicos con demasiada ineficiencia. El gobierno no crea riqueza, sólo crea gasto. Los únicos componentes del gobierno que crean riqueza como la Autoridad de Energía Eléctrica y la AAA están en quiebra. Para colmo la burocracia del gobierno pone demasiados obstáculos para que la empresa privada pueda crear más empleos. No hay manera de resolver nuestro problema si no reducimos drásticamente el tamaño del aparato gubernamental en por lo menos un 30 por ciento.
Otro problema que nos aqueja son las uniones de empleados públicos que han alcanzado para sus representados altos beneficios que ya no podemos pagar. Hay que reevaluar esos convenios colectivos. Esto enfrentaría no sólo violencia sino escollos constitucionales. Sólo un organismo con poderes que emanen del Congreso directamente podría, sin revisar la Constitución, hacer esa evaluación y tomar las decisiones necesarias.
Tenemos que revisar el por ciento del presupuesto general que se le aplica a la Universidad de PR que es cerca de un 10%. Tenemos que revisar el funcionamiento de la Universidad. Cerca de la mitad de los estudiantes que consumen estos recursos no se gradúan de bachillerato. Aparte la Universidad, aunque recibe los fondos del gobierno, es como otra nación que se gobierna por otras personas y con otros propósitos que no son necesariamente los del pueblo. Esta es otra área del conflicto casi inevitable.
Tenemos 78 reyezuelos que son los alcaldes de los 78 municipios. La ciudad de Nueva York con más del doble de los habitantes de Puerto Rico tiene tan sólo un alcalde. Más de la mitad de estos municipios están en quiebra sin embargo siguen funcionando desangrando nuestro presupuesto. Tenemos que reestructurar el número de municipios y como funcionan. Otra área de gran controversia porque es a nivel municipal que se mueve la política partidista en Puerto Rico. Aparte está el hecho de que la estructura de los municipios está establecida a nivel constitucional.
Estos y otros problemas son necesarios enfrentarlos para volver a darle a Puerto Rico estabilidad y esperanza. Se necesitan inteligencia para entender la complejidad de los problemas y humildad para aceptar que uno no tiene todas las respuestas y que uno necesita de los demás. Pero no hay espacio para la improvisación, hay que tener algún tipo de experiencia que te capacite para esto. No puede ser la búsqueda de poder o de proyección personal. Tampoco puede ser el norte del gobierno favorecer un partido político. Para esto último se necesita honestidad e integridad de carácter. Demás está hablar de la disciplina personal, de la capacidad de enfrentar los obstáculos, de la capacidad de trabajar duro y sobre todo de la capacidad de poder trabajar con aquellos que no están de acuerdo con uno. Pero sobretodo el gobernante se debe ver así mismo como un representante de Dios, un ministro de justicia quien busca la sabiduría y dirección de Dios para poder gobernar. Pero no del dios de su fantasía sino el que se hizo hombre y fue a la Cruz. El Dios de cuyo representante, Juan el Bautista, lleva como nombre nuestra ciudad capital. “Así me ayude Dios” deben ser sus palabras al comenzar su mandato y al comenzar todos los días. “Cuando el justo gobierna el pueblo se alegra…”.
Esta reflexión no sólo es para evaluar la ejecución del presente gobernante sino para evaluar las ofertas que hacen los que nos pretenden gobernar en el futuro. De todas maneras nos queda un trecho antes del nuevo gobierno en el 2017 y todavía nuestro gobernante tiene que tomar decisiones.